Son un poco frías, pero buena gente, la gracia es que somos muchos pero todos somos diferentes, hay duendes verdes como guisantes, hadas azules, gigantones como Rascaño, bajitos como yo, hay elfos amarillos como el sol y hadas negras como la oscura noche sin luna. Así nunca nos aburrimos, si fuéramos todos iguales sería un rollo.
Pero en realidad, hemos venido a despertar al Hada de la Primavera, que duerme en una cueva debajo de las raíces de este matorral...
Yupi, llega la Primavera.